Este icono americano se ha labrado su propia reputación. Por lo general, los típicos “muscle cars” estadounidenses no destacan por su habilidad en las curvas. Sin embargo, el Chevrolet Camaro del mítico equipo Stratagraph, en 1982, dio un golpe sobre la mesa al respecto, nada más y nada menos que en las 24 Horas de Le Mans al obtener un impresionante segundo puesto.
Cuando uno piensa en las 24 Horas de Le Mans, automáticamente le vienen a la cabeza algunos hitos históricos como Bentley en los años 20, Jaguar en los 50 gracias al C-Type, Ford y Ferrari en los años 60 o Porsche en los 70 haciendo gala de su 917. Todas estas historias y todos estos coches le han dado a esta carrera la reputación que merece, pero, aunque parezca mentira, es muy común que los automóviles menos recordados cuenten con las mejores historias. Este genuino representante del gigante norteamericano no simplemente se clasificó como segundo en la clase GTO de Le Mans en 1982, también logró un 17º puesto en la general de una parrilla de 55 participantes, pero vayamos por partes.
El equipo
Stratagraph surgió en 1961 como una compañía de servicios petrolíferos con sede en Luisiana. El dueño de la empresa era Billy Hagan, clásico americano de sombrero vaquero y cuadrilla de campo como mano de obra. Fundó Stratagraph a los 30 años, especializándose en el barro y no tardó en convertirse en la mayor empresa del mundo en su área, lo que permitió a Billy centrarse en una de sus pasiones como piloto de los equipos Stratagraph y Hagan Racing.
Hagan era un conductor habilidoso. Se estrenó como piloto en 1969, en las 500 Millas de Talladega, donde obtuvo un octavo puesto y más tarde realizó el esfuerzo memorable en Le Mans 1982 junto a su joven copiloto, Gene Felton. Además, ganó el campeonato de la Winston Cup Series de 1984 y consiguió varias poles y victorias individuales. Un hombre de mente abierta que vio en las carreras una oportunidad de conocer mundo viajando a Europa en repetidas ocasiones.
Le Mans 1982
Esta edición era especial, ya que se cumplían 50 años desde el inicio de la competición. Además, también fue el primer año de la fórmula de motor de cilindrada abierta del Grupo C. Es recordada como una de las ediciones más duras de la historia, hubo 38 participantes que no fueron capaces de acabar la carrera y algunos incidentes memorables en la pista.
Aún con todo, los dos Camaros que se inscribieron bajo el equipo Stratagraph resistieron. Uno de los dos vehículos, con el número 81 en la chapa, logró el resultado que habíamos señalado, mientras que el otor, con el número 80, no se terminó clasificando porque completó menos vueltas de las requeridas.
Los Camaros de 1982 fueron diseñados por Tex Racing Enterprises, con motores de bloque pequeño de 350 pulgadas cúbicas. No solamente tuvieron el excelente rendimiento de Le Mans, sino que este mismo modelo ganó el Gran Premio inaugural IMSA GTO de Miami un año más tarde y obtuvo muy buena posición en las 24 Horas de Daytona en 1984, entre otros méritos.
¿Qué pasó con el mítico Camaro de 1982?
Después de aquella hazaña, Billy Hagan siguió con su vida y el coche pasó a ser conducido por otro piloto, Chauncey Maggiacomo, y más adelante pasó a manos del ingeniero Hoyt Overbaugh. Ambos siguieron corrieron en circuitos como Sebring, Watkins Glen o Daytona y ambos siguieron en contacto con Tex Racing Enterprises.
De esta forma, el propio diseñador del Camaro pudo seguir suministrando componentes y asesorando a los dueños sobre cómo gestionar el coche durante el resto de la década y durante los 90. La mayoría de las piezas que se utilizaron en el mantenimiento y reconstrucción del coche procedían directamente de los almacenes del taller del propio Hagan, donde habían estado a resguardo durante muchos años.
Más adelante, el equipo de carreas de Carolina del Norte “Petty Enterprises” se ocupó de reconstruir el de modo que la cilindrada llegase a 358 pulgadas cúbicas manteniendo el aspecto exterior del clásico Camaro como homenaje a su hito de 1982 en Le Mans. Sin lugar a dudas, los deportes y la historia nos brindan momentos inolvidables y siempre hay equipos o gente dispuestos a trabajar para que nunca lo podamos olvidar.
Del mismo modo que hoy en día se pueden ver jóvenes con la camiseta de Maradona o Pelé, a quienes nunca vieron jugar, también es posible ver a amantes del motor recordando y valorando el Chevrolet Camaro del equipo Stratagraph.